Él era un generoso monje, cuando Taja y Siro dejan la meditación para volver a la ciudad, él se disculpa y cuando se van, corre detrás de ellos para darles una cantimplora con agua para su largo viaje. Luego regresa al templo. Una vez regresando a la meditación... Muere por culpa del agua que bebió de esa misma cantimplora, pues Shang Tsung la había envenenado con un hechizo que consisitía en que envejecías a un ritmo muy rápido.